«Gracias a los servicios de AB Financial conseguí la dación en pago para mi vivienda, sin tener que seguir pagando como me reclamaba mi banco, y me concedieron un alquiler social. Aunque haya tenido que entregar mi casa, ahora al menos puedo vivir tranquilo y sin deudas”.
Nunca llegué a imaginar cuando firmé la hipoteca para comprar mi casa con toda la ilusión del mundo que la situación se iba a torcer tanto. Firmé la hipoteca por 30 años y durante 9 años pagué religiosamente todas y cada una de las cuotas al banco sin problemas, pero llegó la crisis, me quedé sin trabajo y entonces comenzó la pesadilla.
Llevaba dos meses de retraso, sin poder pagar los 800 euros de la cuota mensual de la hipoteca, cuando empecé a recibir cartas y notificaciones por parte del banco. Estaba dispuesto a entregar mi casa, pero el banco me reclamaba además que siguiera pagando. Presionado y desesperado, recurrí a los servicios de AB Financial y fue entonces cuando empecé a ver la luz al final del túnel y comprobé que existía una salida.
Me sentía totalmente indefenso y eso es precisamente con lo que juegan los bancos, además de con el desconocimiento de quienes, como yo, no entendemos de estos temas.
Decidí recurrir a los servicios profesionales de AB Financial, porque me los recomendaron, y es lo mejor que pude hacer. Auditaron mi hipoteca, estudiaron a fondo mi situación, y gestionaron la dación en pago de mi vivienda, sin tener que pagar nada más al banco y sin tener que acabar en juicios, y además conseguí un alquiler social, con una cuota mensual de 170 euros al mes, que sí puedo asumir frente a los 800 euros de la hipoteca.
He tenido que entregar mi casa, pero a día de hoy puedo decir que me siento liberado. Al menos, no tengo deudas y puedo vivir tranquilo.
«Mi banco no me ayudó en ningún momento, me sentí intimidada y llegaron a decirme que si no podía pagar mi cuota mensual influiría en el colegio de mis hijos. AB Financial se encargó de todo y finalmente pude negociar con el banco la dación en pago”
Hace unos años la situación de mi familia era relativamente acomodada, ya que tanto mi marido como yo teníamos trabajos bien remunerados. Tanto fue así que firmamos dos hipotecas, para una casa en Murcia y otra en Torrevieja. Durante cinco años pagamos nuestras cuota hipotecarias sin problemas y todas nuestras cuentan estaban perfectamente al día.
Con la llegada de la crisis yo perdí mi trabajo, cosa que jamás hubiera imaginado, y entonces la situación cambio. Ya no podíamos afrontar el pago de las dos hipotecas.
Lo comunicamos inmediatamente al banco que nos había concedido los dos préstamos, pero en lugar de darnos una solución o ayudarnos de alguna manera, solo nos ofrecieron continuar pagando intereses hasta que la situación cambiaria. Yo no quería dejar de pagar, es que no podía pagar, y vivir sólo con un sueldo equivalente al total de ambas hipotecas era inviable.
Estábamos desesperados con la situación, insistimos una y otra vez con nuestro gestor bancario en encontrar una solución, pero la respuesta siempre era la misma. Finalmente decidimos acudir a AB Financial, ellos se encargaron de todo y pudieron negociar con el banco la dación en pago de las dos viviendas, algo que por nuestra cuenta parecía una misión imposible.
Hoy por hoy estamos tranquilos, pudimos recomponer nuestra situación y, aunque tuvimos que renunciar a nuestras viviendas, ganamos en calidad de vida. Sólo puedo recomendar el servicio de DTH, porque su amabilidad y su profesionalidad fueron decisivas en un momento familiar tan complicado.
«Mi experiencia con AB Financial es 100{3b59ca797ca2d979371a9f97b180947edaf60ac1fff5c101f31a769b6bf68552} positiva. Fueron capaces de negociar la dación en pago de mi casa y cancelar un préstamo de un coche. Tuve que marcharme de España por motivos personales e intenté negociar con mi banco la entrega de mi casa, pero ante varias negativas recurrí a AB Financial y pude marcharme tranquilo y sin sentirme un moroso”
Yo soy argentino y vine a España buscando una situación mejor. Aquí me desarrolle como profesional, encontré un trabajo y pedí un préstamo hipotecario para adquirir una casa en propiedad.
Cambiaron las tornas y por motivos personales, tuve que regresar a Argentina. Este cambio provocó que, ante mi cambio de residencia, no fuera posible mantener una hipoteca en España.
Yo nunca debí dinero a nadie por lo que el primer paso antes de marcharme fue ir a negociar con el banco y explicarles la situación. Mi casa estaba equipada, con mejoras y mobiliario y quería entregarla al banco a cambio de condonar la deuda. El banco se negó en rotundo y, es más, me dijeron que para poder entregar mi casa primero debía dejar de pagarla y entrar en una situación de morosidad.
Me sentí desamparado por la situación, no quería marcharme a mi país dejando deudas en España. Yo hubiera esperado algo más de las personas de mi banco, con las que nunca tuve ningún problema y jamás dejé de pagar ni una sola cuota.
Ante la urgencia de mi viaje a Argentina, contacté con el equipo de AB Financial. Firmamos un contrato y les otorgué un poder notarial para que pudieran negociar en mi nombre. Su equipo de gestores y abogados se encargaron de todo, un proceso que duró un año y medio pero que finalmente dio sus frutos. Pudieron entregar mi casa como dación en pago y dejarme libre de deudas.
En 2013 regresé a España de nuevo y he podido abrir una cuenta y pedir una tarjeta de crédito sin ningún problema, ya que AB Financial solucionó mi situación de deudor.
Mi experiencia es 100{3b59ca797ca2d979371a9f97b180947edaf60ac1fff5c101f31a769b6bf68552} positiva.
«El equipo de AB Financial fue muy claro y honesto conmigo desde el primer momento, su trato humano y cercano me sirvió para superar un momento de desesperación. Lograron frenar una ejecución hipotecaria y dejarme libre de deudas. Les doy un 20 sobre 10”.
El día que solicite mi préstamo hipotecario, el banco me dio todo tipo de facilidades. Contraté mi hipoteca y un préstamo personal de 20.000 euros, aconsejado por el propio banco para cubrir los gastos de notaría, tasación, etc. Mi préstamo era de 30 años y pagaba una cuota de 360 euros y 240,00 euros del préstamo personal. Durante 8 años cumplí con los pagos religiosamente, ya que yo soy una persona que siempre he llevado al día mis pagos.
Un mal día la empresa que trabajaba decidió no renovarme el contrato y es cuando me encontré en una situación de desempleo y sin posibilidad de poder pagar al banco. Comuniqué de inmediato mi situación al banco y en ese momento, ya desde el principio, me sentí sólo, no me daban soluciones y sólo me exigían el pago. Me sentí engañado por mi banco, ya que todas las facilidades que me dieron al contratar mi hipoteca se transformaron en problemas.
Alguien me recomendó los servicios de esta asesoría hipotecaria y fui a exponerles mi problema. Estudiaron mi caso y me explicaron mi situación en un lenguaje cercano y claro. Gracias a la intervención de su equipo, pude acceder a la dación en pago y condonar la deuda del préstamo personal que el banco me recomendó en su día. Gracias a todo el equipo de Descubre tu Hipoteca soy un hombre nuevo, sin hipoteca y sin deudas.
«Mi situación era muy crítica, a un paso de llegar al Juzgado y perder mi casa, y todo por un problema puntual. Nunca podré agradecer lo suficiente al equipo de AB Financial todo lo que hizo por mí. Me arreglaron la situación en cuatro meses y pude quedarme con mi casa”.
Mi problema para pagar la hipoteca no tuvo que ver con perder mi trabajo. Afortunadamente, siempre he estado trabajando y con mi sueldo podía perfectamente pagar la cuota mensual de 500 euros del préstamo hipotecario que firmé para comprar mi casa. Pero atravesé una mala situación personal que me trajo muchos problemas y llegué a acumular un año sin cumplir con las cuotas de la hipoteca.
Esta mala situación se prolongó por un año y, cuando conseguí solucionar el problema, quise ponerme al día para seguir pagando con normalidad la hipoteca. El problema es que podía pagar los 500 euros de la cuota mensual, pero arrastraba la deuda de un año y no podía permitirme pagarla de golpe. El banco me embargó la cuenta y la única solución que me ofrecía era la dación en pago. Pero yo no quería perder mi casa. Atravesé puntualmente un mal momento y solo quería una oportunidad. Pero la situación se volvió muy complicada.
Cuando ya estaba a un paso de llegar al Juzgado y ya creía que irremediablemente iba a perder mi casa, me hablaron de la asesoría AB Financial y decidí recurrir a ellos. No tenía nada que perder y estaba realmente desesperado. Fue lo mejor que pude hacer porque superaron mis expectativas con creces. En solo cuatro meses solucionaron mi problema.
Negociaron con el banco en mi nombre para que aceptaran concederme un préstamo agregado a la hipoteca, para que pudiera ir pagando poco a poco la deuda, además de la cuota mensual. Finalmente esa oportunidad que necesitaba llegó y estoy muy agradecido.
«Gracias a este equipo de asesores hipotecarios pudimos ver la luz al final del túnel. Nuestra situación era desesperada, pero finalmente pudimos entregar nuestra vivienda en dación en pago y liberar el aval sobre la casa de mis padres tras negociar una reestructuración de la deuda”.
Cuando mi pareja y yo nos compramos una casa no imaginamos que la situación se podía llegar a volver tanto en nuestra contra. Quisimos comprar porque al final te dejas llevar por eso de que ya que pagas, que la casa sea tuya, que el alquiler es pagar a fondo perdido,…
Finalmente decidimos comprar una casa. En aquel momento los dos trabajábamos y todo fueron facilidades, aunque mis padres tuvieron que avalarnos con su propia casa. En qué mal momento, porque cuando llegaron los problemas me sentí totalmente engañada por el banco. Ya en el primer momento me preocupé por el hecho de que mis padres tuvieran que avalar nuestra hipoteca con su casa, pero en el banco nos dijeron que el aval sólo era por valor de 18.000 euros y que, además, eso sería lo primero que pagaríamos.
Durante diez años estuvimos pagando religiosamente todas las cuotas de la hipoteca. Pero llegó un momento en que los dos, mi pareja y yo, nos quedamos sin trabajo. Yo no tenía prestación de desempleo y mi pareja cobraba una cantidad de 900 euros, prácticamente lo que teníamos que pagar al mes por la hipoteca. La situación era totalmente inviable.
Pagar la hipoteca suponía quedarnos sin nada de dinero para subsistir. Tuvimos que dejar de pagar, pero en ese momento nos enteramos de lo que realmente implicaba el aval: mis padres iban a perder también su casa. Me sentí totalmente engañada por el banco.
Estábamos desesperados cuando recurrimos a los servicios de AB Financial. Queríamos ayuda profesional porque el banco jugaba con nuestro desconocimiento de la situación y no conseguíamos llegar a una solución ni mínimamente satisfactoria. Gracias a ellos, pudimos recomponer la situación y ver algo de luz al final del túnel. Entregamos nuestra vivienda en dación en pago, liberándonos al menos del préstamo, y negociaron una reestructuración de la deuda para que mis padres no perdieran su vivienda, pagando 135 euros al mes